En la playa.
Las olas llegan a la orilla y rompen una y otra vez, no paran, así ha sido durante cientos de millones de años, desde que existen los mares y las playas. Antes de romper forman una espiral perfecta. Lo que no sabemos es que su origen está en lo más profundo del océano, en otra espiral. Nacen en espiral, viajan a la playa y mueren en espiral.
Los caracoles siguieron el ejemplo de las olas, nacieron en espiral, viajaron por el mar pero murieron en una cazuela de la que dimos buena cuenta un bonito día en una playa de Cádiz.