Cada día es una laguna de aguas cristalinas. Muy de vez en cuando, un delicioso pececillo de colores. Mucha paciencia y ánimo para cada día, te lo tendrás que beber enterito. Y Con un poco de suerte, entre todos los miles de litros de agua, disfrutarás del sabor de alguno de los pececillos. Y sólo por eso, merecerá la pena.