Servicio de habitaciones, por favor: suba lo antes posible y ponga orden. Pase el aspirador, limpie bien, saque brillo, quite el polvo acumulado durante esta estancia interminable y sobre todo, extienda bien esas sábanas azules perfumadas, recién traídas de la lavandería del hotel, esa que tan limpio deja todo. Llévese todo lo que se pueda lavar, que no quede nada, incluso si yo pudiera, me metería en una lavadora ahora mismo.
Luego pasaré por recepción, abonaré esa cuenta kilométrica que me están preparando y me iré con viento fresco. Limpie bien porque no quiero dejar nada mío ahí. Ya está bien.