Pues se acabó lo que se daba.
Muchas cosas me dio este año. Antes de despedirse, me deja dos boletus. Como un detallito, un colofón. Recuerda la chocolatina que viene después del café que viene después del postre que viene después de un inmenso banquete que ha durado un año. Pues algo así son estos dos boletus, la última cosita antes de pedir la cuenta y largarme a 2012 a hacer la digestión, que estoy un poco empachado de todos los platos que me ha servido 2011.