Mi retrato.
Mi retrato que no soy yo pero que está claro que se me parece. Mi retrato, que no soy yo y que desde luego no es Iván pero que sin embargo también tiene algo que se le parece a él.
Yo a través de él.
De su primera impresión, ya que no nos conocemos.
De tu primera impresión, que lees esto y ves el dibujo.
Nunca te he visto.
A Iván me lo puedo imaginar, proyectarme al momento en que él dibuje y yo no sepa muy bien qué tengo que hacer. A ti no, no sé quién eres. No sé cómo has llegado hasta este trabajo, no sé si miras uno detrás de otro o te has detenido sólo a mirar éste. ¿Qué ves? Mi retrato, claro. ¿Qué ves? He ahí una primera impresión.
Tal vez un día nos crucemos y nos conozcamos. En ese instante yo también tendré mi primera impresión, y tú… tú tal vez recuerdes ésta tuya y puedas comparar tu sensación de entonces con la de ahora.
Si eso ocurre, si el azar nos junta, si eres capaz de recordar este momento… entonces tendrás la ocasión de apreciar lo que hace Iván.