Con motivo del 20 aniversario de la Revista el Duende acaba de publicarse un número especial que incluye muchas novedades y varias láminas formato póster para colgar de la pared. Una de ellas ilustrada por mí. Se titula «En ruta por la música de todos los tiempos» y es un encargo del CNDM . Desde 2011 esta institución recupera y difunde nuestro patrimonio musical y diferentes géneros musicales desde la música clásica al jazz, el flamenco, vanguardias además de atraer nuevos públicos.
Mi propuesta: la portada del Auditorio Nacional de Música de Madrid se convierte en el frontal de un inmenso descapotable en el que viajan una soprano, un músico de jazz y un compositor del siglo XVIII. El Auditorio está en movimiento y sus pasajeros son diversos.
Hasta que llegué a esta idea final pasé varios días dibujando bocetos. Todo comenzó con ilustraciones de músicos en tinta china sobre una nube, pretendiendo continuar una serie de dibujos que realicé hace unos meses. Tras varios intentos la cosa derivó más hacia el edificio y un dibujo más geométrico. El edificio fue una nave espacial, un Transformer o un tanque musical. Finalmente se convirtió en un coche. También fue una ilustración plana, luego en perspectiva axonométrica hasta que la sensación de movimiento y camino recorrido y por recorrer impuso el punto de fuga y la perspectiva frontal.
Detrás de cada trabajo de ilustración hay muchos bocetos, estilos, idas y venidas y pequeñas victorias. Es un camino en el que poco a poco conceptos y estilo de dibujo van refinándose y fundiéndose para dar lugar a una imagen en la que conviven en armonía el uno con el otro. El dibujo está al servicio de la idea y viceversa en un sorprendente (a veces) equilibrio.