Entre septiembre de 2016 y noviembre de 2017 cambié temporalmente domicilio. Cada día iba y venía a mi oficina en el centro de Madrid en tren de cercanías. Un trayecto de diez minutos que decidí ocupar retratando a los viajeros que me acompañaban. 300 retratos a lápiz y rotulador. Algunos de diez minutos y otros de cinco porque había una parada de por medio y a veces se bajaban en ella. Aparentemente nadie se dio cuenta pero eso nunca lo sabré. Aquí, la serie completa.