Ernesto Pérez Zúñiga, novelista español, publicó su primera novela, Santo Diablo, en 2004. Me encargó una ilustración que pudiera ser usada como mapa para localizar todos los escenarios por los que discurre el relato, en un valle imaginario llamado Vulturno, quizás en un pueblo como Ronda que fue el que yo elegí como referente mientras leía la novela, en una Andalucía soñada de los tiempos del comienzo de la Guerra Civil.