Un día de enero, desayuno como cada mañana, me digo pongo la tele o no, bueno venga un rato solo y veo un ilustrador que hace retratos, coño que generoso, a veces los acontecimientos se encadenan y uno no sabe muy bien a que se debe, estoy preparando mi web de emprendedor por obligación como mucha gente y hay un apartado en el que cuento lo que hago, me pensaba hacer la típica foto, pues ahora ya no tengo una ilustración con cariño, con alma.
«Todo lo que no se da, se pierde», proverbio indio.