Finalmente prescindí de los pájaros porque el edificio, las cúpulas y el fondo podían representar sin problema la idea del paso de la música, los ritmos y las notas. Un paisaje sonoro y musical que construye una iglesia ortodoxa con seis cúpulas, una por cada sinfonía.
Además el recurso de usar un pájaro como metáfora de la música ya lo he usado unas cuantas veces y no quiero repetirlo más. Aquí, aquí y aquí.
Febrero-mayo, 2015.