Hoy ha sido un bonito día para mi. No he tenido que madrugar y aunque me he levantado a las 8:30 el mero hecho de no escuchar el terrible sonido del despertador del móvil hace que me levante de buen humor, con ganas de comenzar un día lleno de temas e historias. He desayunado con mi buen amigo Ángel Román que trabaja justo enfrente de mi casa en nuestro habitual punto de encuentro, un típico/tópico bar de barrio que nos deleita con los grandes éxitos de Manolo Escobar. Con el estómago lleno y con la cabeza repleta de ideas después de tan solo 20 minutos de conversación con Ángel me he dirigido a LANAU Espacio Creativo donde tengo el gusto de trabajar y de echarles una mano con las redes sociales y la comunicaión. Tan solo cuatro horas, pero Dios, qué productivas!!! Como algo rápido en casa, una cabezadita de 30 minutos (fundamental para ser felíz) y salgo para mi clase de catalán donde hago el papelón de mi vida tratando de explicar que tengo dos hermanos, dos sobrinos un padre, una madre y un gato que se ha ido al cielo. De allí a la oficina de Iván en la Gran Vía. Llego casi puntual e Iván me recibe con una amplia sonrisa. Me habían advertido que era un tipo simpático y buen conversador, lo que no me habían dicho es que tendría que estar una hora y media de pie sin moverme. Las piernas me duelen y comienzo a desear que Iván fuera fotografo en vez de dibujante. Durante la hora y media aprovecho para realizar una entrevista a Ivan para mi blog Why On White en la que me habla de su interés por el dibujo y como surgió su idea de retratar a gente normal de la calle. El resultado del retrato es bueno, me gusta. Ya no llego a clase de spinning (noto mi grasa acumulada riendose de mi) decido que debo acabar el día de forma igualmente féliz así que me compro dos filetazos de salmón y me voy a casa a disfrutarlo con la mejor compañía posible. Hoy ha sido un bonito día para mi.
La charla que Julio y yo mantuvimos ha quedado plasmada en la siguiente entrevista que publica en su blog.