«Sabes?
Llevo puestos tus zapatos
Aquellos marrones míos que te regalé
Están llenos de suciedad,
Pero para mí la mierda que recogen tus pies es mejor que un almuerzo en el mejor hotel de Madrid
Mejor que la cena de navidad de un comedor social tras 3 días sin alimento
Prefiero esa mierda y un refresco comprado en la máquina en el hotel de sábanas blancas donde primero nos compartimos
Prefiero esas sábanas entre arte que se desploma
Tampoco he lavado las sábanas de mi casa
Ni las voy a lavar hasta que regreses
Porque quiero secuestrar tus partículas
Arresto domiciliario hasta la vista
Han sido cuatro días fantásticos
Y de repente, tu felicidad coge un vuelo transatlántico al estado del calor
Y se olvida el frío fuera del equipaje
Ahora sin dinero
Sin esos ojos que me abrasan, sólo me queda el trabajo
Soy una herramienta
Soy un bolígrafo
El aire sobre el que escribo
No en el papel
Fisicalizo la poesía
La hago tridimensional
Para que seas capaz de verla, no sólo de imaginarla
Lo que escribo son cosas reales
Pero en lo escrito, en el dibujo la realidad ya me pertenece y la transformo a mi antojo.
Porque odio la realidad,
Es una cosa execrable
Así que cuando coja tu trauma y le de cuerpo ya no será real, será ficción
Tu lesión será algo bello y bueno una vez tapizado en el espacio
Una mentira bella y buena que lucha contra una verdad repugnante y cruel
Ese es mi trabajo,
soy el abnegado amanuense
Y tú el único acreedor de mi mayor obra
Tú eres mi escrito
Y te quiero a ti “