Desde el templete del domingo por la tarde a parte de un bonito atardecer podemos ver el patio interior de la semana con sus desagües, ventanitas, ropa tendida y paredes desgastadas por la falta de mantenimiento.
A la derecha del patio nos espera el ascensor-cama que se toma al oscurecer. Tarda en bajar una noche entera. Despiertas por la mañana con la avenida del lunes delante de ti. Los lunes son jardines muy cuidados que da gusto recorrer en bici.
Y nada más, así es el final de una semana y el comienzo de una nueva…
From the small temple that represents Sunday evenings, besides watching a nice sunset we can also see the week’s inner courtyard, with its drains, small windows, hung out clothes and worn-out walls due to lack of maintenance.
On the right-hand of the courtyard, the bed-elevator we ride after dark waits for us. It takes the whole night to get to the ground. Next morning we wake up with Monday’s Avenue in front of us. Mondays are well-cared gardens perfect to ride on a bicycle.
There’s no more to it, that’s how a week ends and a new one begins…