Escuadras y cartabones suspendidos del tirador de la ventana.
Tres macetas de orquideas ¿cómo lo harán para que estén tan bonitas?
Botes repletos de pinceles y lapiceros, las puntas afiladísimas, con lo que me gusta sacarles punta¡
Esculturas hechas de metal y de papel.
Molduras, las del edificio de enfrete, churriberescas y grisaceas…
Son algunos de mis pensamientos mientras guardo silencio, ahora toca dibujar la cara, aparcamos por un momento una agradabilísima conversación, que va desde nuestras opiniones de Madrid, exposiciones futuras y pasadas, pintores, viajes, pinceladas de nuestras vidas entre trazos de retrato.
Tuve la sensación de estar en casa, comoda, cómo si no fuse la primera vez que veía a Ivan, una experiencia preciosa.