Aventuras victorianas.
Noches de lujuria fracasadas.
El señor victoriano y su recién conquistada amante victoriana se disponían a pasar una noche de pasión desenfrenada pero… ¡ay! no sabía el pobre señor victoriano la que le esperaba.
Miles de refajos, combinaciones y capas aguardaban para ser levantadas. El ansia del señor victoriano por alcanzar sus objetivos no decayó ante semajante panorama y, sin perder un segundo, comenzó su titánica tarea.
El rosa y los colores vivos de las primeras capas empezó a tornarse azul, verde, turquesa y azul marino oscuro en caída libre hacia el negro.
Intentó volver hacia atrás pero no lo consiguió, ya no sabía dónde estaba la parte de arriba o la de abajo, ambas eran un amasijo de tela revuelta…
el señor victoriano desistió y triste, dejó la habitación, abandonando a la amante victoriana perdida entre sus mil capas.
En su memoria conserva la imagen de los pulgares de los pies de la dama, el recuerdo más excitante de aquella noche.
Victorian Adventures
Nights of Lust- Unaccomplished
The Victorian gentleman and his recent conquered Victorian lover were in the midst of spending an uncontrollable passionate night together. But little did the poor gentleman know what was in store for him.
Thousands of petticoats, shifts and layers waited to be lifted. The Victorian gentleman’s eagerness to reach his goals were not discouraged by such a spectacle and without further delay he set to surmount this Titanic task.
The pink and bright colours of the first layers began to turn blue, green, turquoise, sea blue and straight into black.
He tried to retrace his tracks. Failing that, as he could not tell the upper part from the bottom. Both now became a turned around bundle of cloth.
The Victorian gentleman gave in and sad, left the room, leaving behind the Victorian lover lost amongst her thousand layers.
In his memory he retains the image of the lady’s great toe, the most exciting remembrance of that evening.