Érase una vez niño
malcriado
envidioso
mentiroso
y tirano.
Le ofrecieron un dulce y se lo comió. Luego fue a escondidas a la cocina y se los tragó todos. Se puso malo, se hizo caca y tuvieron que limpiarlo. Como agradecimiento volvió a la cocina y repitió la misma operación: aceptar un obsequio, devorar todos los que encuentre hasta sufrir una indigestión, hacerse caca y exigir que le limpien y le cuiden. Y así una y otra vez hasta el infinito.
El niño creció, se hizo banquero y siguió devorándolo todo, haciéndose caca y cuidado por sus progenitores para volver a empezar otra vez.
En estos momentos se ha hecho una caca monumental de dimensiones desconocidas hasta la fecha. Aguarda a que le limpiemos…
Y colorín colorado, esta caca no se ha acabado.
Once upon a time there was a boy
Spoiled
Envious
Liar
and tyrannical.
He was offered some candy and ate it. After, he secretly went into the kitchen and he swallowed all of them. He got ill, pooped on himself and he had to be cleaned. To show gratitude, he went back to the kitchen and he repeated the operation: he accepted the present, devoured all the candy he found until he suffered indigestion, pooped on himself and demanded to be cleaned and looked after. The same thing over and over again, to infinity.
The boy grew up, became a banker and continued to devour everything, pooping on himself and being cared by his parents, just to do it over again.
At the moment, he has taken a poop of unknown dimensions to date. He’s waiting to be cleaned…
That’s the end of the story, but the poop keeps coming.